Es fundamental medir tu glucosa antes de hacer ejercicio, ya que el ejercicio puede alterar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente si no se tiene control adecuado. Aquí te presentamos los rangos ideales y qué hacer si tus niveles caen fuera de estos márgenes:
- Inferior a 90 mg/dL (5,0 mmol/L): Cuando tus niveles de glucosa están por debajo de 90 mg/dL, tus reservas de energía pueden estar demasiado bajas para realizar ejercicio de manera segura. Esto puede conducir a una hipoglucemia (niveles bajos de azúcar), lo que puede generar mareos, debilidad e incluso pérdida de conciencia durante la actividad física. En estos casos, es recomendable consumir una merienda ligera rica en carbohidratos (como una pieza de fruta o un poco de jugo) antes de comenzar el ejercicio. Esto ayudará a elevar tu nivel de glucosa y garantizar que tu cuerpo tenga suficiente energía para moverse sin riesgos.
- 90 a 130 mg/dL (5,0 a 7,2 mmol/L): Este rango es ideal para la mayoría de las personas antes de hacer ejercicio. Si tus niveles de glucosa están entre 90 y 130 mg/dL, tu cuerpo tiene suficiente energía para realizar actividad física sin riesgos inmediatos. Aún así, es importante seguir monitoreando durante el ejercicio, ya que los niveles de glucosa pueden cambiar dependiendo de la intensidad de la actividad.
- Por encima de 130 mg/dL (7,2 mmol/L): Si tus niveles de glucosa están elevados antes de hacer ejercicio, especialmente si superan los 250 mg/dL (13,9 mmol/L), es posible que debas reconsiderar tu actividad. Los niveles altos de glucosa pueden hacer que el ejercicio sea más riesgoso, especialmente si hay cetonas presentes en la orina, lo que puede indicar que el cuerpo está utilizando grasa como fuente de energía en lugar de glucosa. En estos casos, es mejor evitar un ejercicio intenso hasta que tus niveles de glucosa se normalicen.
Consejos Adicionales para Controlar la Glucosa Antes del Ejercicio
- Monitoreo constante: Si practicas ejercicio regularmente, asegúrate de medir tu glucosa antes y después de hacer ejercicio. Esto te ayudará a identificar patrones y ajustar tu dieta o medicación si es necesario.
- Planifica tus comidas: Es crucial que planifiques tus comidas para que los niveles de glucosa estén estables antes de hacer ejercicio. Comer en horarios regulares, evitar comidas pesadas antes de entrenar y optar por alimentos balanceados es clave para mantener tus niveles dentro del rango recomendado.
- Hidratación: La deshidratación también puede afectar los niveles de glucosa, así que asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio.
Conclusión
El ejercicio es una parte esencial de un estilo de vida saludable, especialmente para las personas con diabetes o problemas de glucosa. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que los niveles de glucosa estén controlados antes de comenzar cualquier actividad física para evitar riesgos y maximizar los beneficios del ejercicio. Siempre consulta con tu médico antes de iniciar un plan de ejercicio y realiza un monitoreo constante de tus niveles de glucosa para asegurarte de que tu cuerpo esté listo para el esfuerzo físico. De esta manera, podrás ejercitarte de manera segura y efectiva, mejorando tu salud general.
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Fuente: Mayo Clinic. (s. f.). Diabetes y ejercicio: Cómo el ejercicio afecta los niveles de glucosa en la sangre. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/diabetes/in-depth/diabetes-and-exercise/art-20045697